Gota a gota se han de humedecer las hojas de cada matoral en está noche de tenue luz de la luna, mientras la bruma desciende hasta la tierra acarisiando suave y lentamente hasta ceder ... y dejé entrar las pequeñas gotas.de apasionada sinfonía que la brisa toca al atravesar la dura corteza de los árboles de pino al crepúsculo de la media noche ....
desatado el infierno que vuestra mano puede apasigüar con la tibia lengua de un siervo perdido toca el agua al beber me lanzó al olvido hasta que las hojas húmedas vuelvan a reverdeser la fugaz llama que dentro de mi el crudo invierno apagó ...
a la dicha de verlos una vez más hago un conjuro para que estás cadenas puedan desaparecer y llegué a abrazaros por última vez antes de que el sol vuelva a aparecer y rompa la calma que para ti creé ....
Larga Vida
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